El boleto costará $4,50 desde el 14 de marzo

El Gobierno de la Ciudad confirmó que el pasaje en subte trepará desde el 14 de marzo.
Según se informó en el boletín oficial, quienes tengan las tarjetas Sube o Monedero abonarán $4,50 por cada viaje, durante los primeros 20 viajes del mes. Luego, si fueran viajeros frecuentes, pagarán menos: del viaje 21 al 30, $3,60; del 31 al 40, $3,15 y del 41 en adelante, $2,70. Por su parte, aquellos usuarios que tengan las tarjetas deberán abonar 5 pesos por el viaje.  
El Gobierno porteño justificó el alza por el incremento del 16% en los costos operativos del sistema. En el documento también quedó oficializado el aumento del servicio de premetro, que pasará a costar $1,50.
Las nuevas tarifas registran un alza del 30% para la mayor parte de los viajes, aunque se deja abierta la posibilidad de que se puedan vender abonos mensuales por 30, 40 o 50 viajes a $126, $157 y $184 respectivamente. En este caso, los viajes valdrían a cada usuario $4,20, $3,92 y $3,68 en cada caso.

En enero, la línea D del subte no funcionará sábados y domingos

Estará cerrada al público debido a las obras que se realizan para la extensión de la Línea H, que no verá afectado su funcionamiento.
La empresa Subterráneos de Buenos Aires informó que durante los fines de semana de enero la Línea D, que presta servicios entre Catedral y Congreso de Tucumán, estará cerrada al público debido a las obras que se realizan para la extensión de la Línea H.
"El cierre resulta imprescindible para realizar la extensión del túnel que conectará en el futuro ambas líneas a la altura de la intersección de las Avenidas Santa Fe y Pueyrredón y que beneficiará a más de 200.000 personas", informó la empresa.
Los días en que no funcionará la Línea D son los sábados 4, 11, 18, 25 y los domingos 5, 12, 19, 26, cuando también "se realizarán  obras de mantenimiento, mejora y puesta en valor de las estaciones".
Asimismo, se informó que de lunes a viernes, el servicio en la Línea D funcionará con normalidad, mientras que la Línea H, entre Corrientes y Hospitales, no verá afectado su funcionamiento.

La construcción de la línea F comenzaría en 2015

En un principio, tendrá un recorrido de Plaza Italia a Constitución y costará alrededor de 500 millones de dólares, según indicó SBASE. 
Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) comenzó el estudio de un anteproyecto para la construcción de la nueva línea F a partir de 2015, que se prevé tenga un recorrido de Plaza Italia a Constitución y se convierta en la línea más transitada de la Ciudad. Sin embargo, el recorrido, ya definido por ley según la Legislatura porteña, podría tener desviaciones (una posibilidad es la Facultad de Derecho), y la definición de las estaciones se realizará durante el 2014 y el 2015.
Juan Pablo Piccardo, titular de SBASE, confirmó que la obra implica una inversión de 500 millones de dólares y contará con financiación china o de organismos como el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil) o del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por otro lado, el funcionario agregó que para cumplir con una demanda aproximada de casi medio millón de pasajeros se utilizarán trenes de siete coches, uno más de los que funcionan en la actualidad.
Según Piccardo, las obras a encarar se extenderían, en una primera etapa, desde Constitución hasta la intersección de Santa Fe y Callao. Para la segunda etapa, la estatal se encontraría estudiando distintas alternativas. Una de ellas es respetar el trazado previsto por ley, llevando la línea bajo Las Heras hasta Plaza Italia.
La otra alternativa consiste en desviar el trazado hacia Facultad de Derecho, continuando bajo la avenida Callao hasta su intersección con Libertador. En este escenario, la traza por Las Heras que abandonaría la F sería tomada por la línea E, para la que se analiza una extensión que vincule Retiro con Plaza Italia, absorbiendo también el tramo por Libertador que abandonó la línea H cuando se aprobó la modificación que la vincula a la Villa 31.

Sólo si hay acuerdo con los motorman habrá extensión en la línea A

La Ciudad tiene previsto inaugurar entre el 30 de este mes y los primeros días de septiembre las dos estaciones de la línea A, Flores y San Pedrito. Pero los últimos acontecimientos le imponen una condición previa y necesaria: acordar con los metrodelegados las nuevas condiciones laborales y el tiempo de servicio. Las desavenencias en ese punto fueron el factor fundamental que en el último mes impidió que, salvo por un puñado de días, las formaciones de la línea B llegaran a las nuevas estaciones, hasta Villa Urquiza.
Aquellas estaciones están listas desde hace años. De hecho, la primera fue terminada y presentada durante la gestión de Jorge Telerman, en marzo de 2007. Tras largas demoras, y contra sus intenciones, el gobierno porteño supedita ahora la fecha precisa del estreno de la extensión de la línea que corre a lo largo de la avenida Rivadavia a una negociación crucial que llevará adelante esta semana con los metrodelegados, quienes, al igual que en la línea B, se niegan a sumar horas a su jornada laboral.
Hasta no resolver este conflicto, la Ciudad no inaugurará la extensión de la línea A, dijeron los protagonistas de esa negociación.
Según pudo saber, las conversaciones formales sobre la jornada laboral en la línea A ya comenzaron. Y amenazan con ser más problemáticas que las últimas en torno a la línea B, donde los trabajadores pasaron de hacer turnos de 4 horas y 25 minutos a casi cinco horas por día, sobre seis horas que tienen por su contrato de trabajo.
En la actualidad, los maquinistas de la A cumplen, en cada jornada laboral, cinco vueltas en 4 horas y 30 minutos. Y con la inauguración de Flores y San Pedrito deberán hacer esas mismas cinco vueltas en 4 horas y 55 minutos. Si con las negociaciones que comienzan hoy Sbase llega a un acuerdo con el gremio, la línea A estrenará las estaciones.
El principal problema para inaugurar Flores y San Pedrito es el de la falta de trenes para que el servicio y la frecuencia se cumplan satisfactoriamente. La línea A utiliza en la actualidad 15 trenes; la mayoría, los coches chinos que proveyó la nación.
Junto con las dos nuevas estaciones se sumarían dos trenes más, para llegar a 17, pero los metrodelegados aseguran que se necesitarían 22 formaciones para que el servicio funcione sin demoras. Desde Sbase, en cambio, sostienen que con la incorporación de esos nuevos trenes se bajará en casi dos minutos la frecuencia en el servicio.
Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp), dijo: "En la línea A va a ocurrir lo mismo que en la B: hay muchas demoras por falta de formaciones. Sbase sostiene que los coches chinos tienen mejor performance y que por eso pueden compensar los trenes que faltan, pero esto no es así, porque es necesario incorporar más formaciones".
Pianelli, que también "empuja" el conflicto que hoy involucra a la línea B, con paros y serias demoras, agregó: "Lejos de reducir la frecuencia entre un tren y otro, con esta cantidad de formaciones que habrá en la línea A, que son pocas, lo que ocurrirá es que la gente deberá esperar en los andenes, porque los trenes llegarán llenos en el horario pico".
Sbase considera que con el estreno de las estaciones San José de Flores y San Pedrito se sumarán 35.000 pasajeros a los 400.000 que ya transporta por día. Actualmente, en esta línea, que corre bajo la avenida Rivadavia, circulan 15 formaciones: nueve con los nuevos coches chinos y seis formaciones Fiat que fueron reacondicionadas. Según Pianelli, la mayoría de los días circulan 14 formaciones.

Metrovías denuncia que hubo sabotaje en la línea B

La empresa aseguró que los problemas técnicos registrados este viernes en la estación Rosas, que causaron problemas en el servicio, se originaron por un cable cortado.
La empresa Metrovías, concesionaria de los subterráneos de Buenos Aires, denunció un "sabotaje" en las instalaciones de la Línea B que provocaron el desperfecto en la Estación Rosas este viernes.
A través de un comunicado, la empresa explica que hallaron un cable roto y una puerta forzada. A raíz del desperfecto hubo tensión cuando algunos pasajeros se enojaron con trabajadores del subte por las demoras ocasionadas.
"A las 5.30 personal técnico de la empresa, encontró un cable de retorno de tracción cortado que da continuidad eléctrica a los rieles, esencial para el desplazamiento de los trenes. Asimismo, las puertas de ingreso al sector técnico, donde se encuentra el sistema de señalamiento, estaban forzadas", afirmó Metrovías.
La falla ocurrida, agregó la empresa, no permitió la puesta en servicio de las 19 formaciones que se encontraban disponibles a primera hora de la mañana, que se tradujeron en los incidentes registrados entre pasajeros y metrodelegados y que derivaron en la suspensión del servicio.
Los trabajadores de la Línea B resolvieron luego en asamblea restringir el servicio y conducir las formaciones sólo hasta la estación Los Incas, como era antes del acuerdo alcanzado esta semana con la empresa Metrovías.

Por incidentes con los pasajeros tuvo que intervenir la Metropolitana

Un centenar de pasajeros de la línea B del subte reaccionó hoy con golpes a las boleterías e insultos a los trabajadores, luego de una nueva interrupción del servicio entre las estaciones Juan Manuel de Rosas y Los Incas-Parque Chas.
El incidente se produjo alrededor de las 8, cuando en la terminal -Rosas-, que conecta con el ferrocarril Mitre, y en la estación Echeverría, aguardaban centenares de viajeros.
Por los altoparlantes se anunció que los trenes no harían el nuevo recorrido y volvían a limitarse al anterior trazado, como ocurrió hasta anteayer por medidas de fuerzas de los metrodelegados.

No funcionan las nuevas estaciones del B por un conflicto gremial

Las paradas Echeverría y Rosas fueron inauguradas ayer por el gobierno porteño. Pero los metrodelegados se niegan a avanzar sobre ellas "por falta de garantías de seguridad". Presentarán un amparo.
No funcionan las nuevas estaciones de subte por un conflicto gremial
Por un conflicto gremial, las estaciones Echeverría y Rosas permanecen cerradas, ya que los trabajadores se niegan a avanzar sobre ellas. “Momentáneamente hay un servicio limitado entre Alem y Los Incas”, señalaron a Infobae desde Metrovías.
Entre globos amarillos y otros elementos típicos del cotillón electoral del PRO, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, no ocultó su malestar con los metrodelegados. "Lamento porque algunos, como por ejemplo (el delegado de la línea B Claudio) Della Carbonara, es candidato a senador, con lo cual se empieza a meter la política donde no se tiene que meter", advirtió ayer al encabezar el acto de apertura de las estaciones nuevas, en lo que fue el último día habilitado hasta las elecciones para inaugurar obras públicas.
A esa altura los metrodelegados ya habían presentado dos informes en los que denuncian que las flamantes estaciones presentan “serias irregularidades y no garantizan la seguridad”. Y ante lo que tildaron como “falta de respuestas de Metrovías y Sbase”, habían anunciado que no conducirán sobre las paradas nuevas.
Para solucionar la falta de choferes, Metrovías apeló ayer a una solución pragmática: dispuso que los trabajadores habituales conduzcan hasta Los Incas y el personal jerárquico complete el recorrido.
“Sin embargo, este esquema no puede ser aplicado en forma permanente dado que se requeriría de una cantidad de personal de supervisión mayor y disponible todos los días”, explicó Metrovías en un comunicado.
Los metrodelegados rechzaron que se trate de "personal calificado". “No sabemos quiénes son los que toman los trenes para hacer los viajes hacia la estación Rosas. No son instructores ni supervisores, como dicen. No están preparados, lo que es un elemento más que atenta contra la seguridad del subte”, sostuvo ayer Della Carbonara.
Los trabajadores hoy ratificaron sus denuncias y anticiparon que el lunes presentaron un recurso de amparo en la justicia contencioso administrativa de la Ciudad para que se cierren las estaciones “hasta que haya garantías para los trabajadores y los pasajeros”.
En sus informes, los trabajadores denunciaron “filtraciones cerca de las instalaciones eléctricas y el tercer riel”, entre otras cosas.
“Presentamos fotos y filmaciones en Metrovías y Sbase, pero los problemas siguen presentes. No está listo el sistema de comunicación, hay zonas con peligro de derrumbe o electrocución, filtraciones, partes inundadas”, enumeró Della Carbonara.

"Existen serios riesgos en ambas estaciones"

Así lo manifestaron técnicos pertenecientes a la Secretaria de Higiene y Seguridad de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro a través de un comunicado. 
Los técnicos pertenecientes a la Secretaria de Higiene y Seguridad de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro realizaron una inspección en los sectores de vías, baños, vesturarios, talleres, chocheras y andenes de las estaciones Echeverría y Juan M. de Rosas en la Línea B -que estarían próximas a inaugurarse- e informaron que:  ”A pesar de la satisfacción que nos produce la extensión de la red de subtes y lo que esto representa tanto en beneficio para los vecinos de la zona, como para los propios trabajadores que ven mayores posibilidades de progreso y de incrementar la cantidad de ingresos de nuevos compañeros, el resultado de la recorrida ha demostrado que existen serios riesgos en ambas estaciones”.
Este miércoles entregarán un informe preliminar detallado que será entregado a Metrovías  y a las autoridades de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE). “Es para que realicen las mejoras y reparaciones necesarias para que la extensión de la Línea B pueda realizarse en condiciones de seguridad para los trabajadores y para los miles de usuarios que diariamente la utilizan”.